viernes, 19 de diciembre de 2008

Diez días negros para el deporte madrileño (I) 1974-1989

La Comunidad de Madrid puede presumir de haber sido protagonista de grandes gestas deportivas. No en vano ha sido cuna de figuras como Ángel Nieto, Carlos Sainz, Manuel Santana o Alberto Contador, entre otros. Además, la región es sede de algunos de los clubes deportivos con más solera de España así como de prestigiosos torneos internacionales. Sin embargo, no todas las tardes han sido precisamente gloriosas en la historia del deporte madrileño. En Crónicas Matritenses recordaremos en tres entregas diez de los días más negros del deporte de la Comunidad.

El 17 de mayo de 1974 el Atlético de Madrid tenía una cita con la épica en Bruselas. El conjunto rojiblanco disputaba ante el Bayern de Munich de Beckenbauer el partido de desempate de la única final de la Copa de Europa que ha jugado en su historia. Y lo hacía dos días después del primer partido de la final, celebrado en el día de San Isidro curiosamente, en el cual fue virtual campeón continental hasta los últimos segundos del encuentro.

Aquél Atleti del 74 tenía entre sus filas a rostros de sobra conocidos aún a día de hoy como Miguel Reina (portero y padre de Pepe Reina), Javier Irureta y Luis Aragonés. El Sabio de Hortaleza fue precisamente uno de los protagonistas de la final, ya que fue el autor del único gol de los rojiblancos en toda la eliminatoria. Lo hizo en la prórroga del primer partido, durante el cual bávaros y madrileños fueron incapaces de marcar durante los 90 minutos reglamentarios. Ya en la prórroga, Aragonés mandó a la red un magistral lanzamiento de falta al borde del costado derecho del área. Corría el minuto 113. Siete minutos más y el Atlético sería campeón de Europa.

Sin embargo, la historia tenía reservada una broma pesada contra los rojiblancos. A escasos minutos del pitido final Gárate fue objeto de una falta no señalada que dio la posesión de balón al central alemán Schwarzenbeck,. El teutón ensayó entonces un disparo raso desde nada menos que 30 metros que se coló lamiendo el poste derecho de la portería de Reina. Al final, 1-1 en el marcador y los sueños atléticos hechos pedazos. Alemanes y españoles quedaban emplazados entonces dos días más tarde al partido de desempate, dado que por aquél entonces el reglamento no recogía las tandas de penaltis como método para romper la igualada en un encuentro.

Y entonces llegó la fatídica noche del día 17. Con un once desdibujado por las bajas de Irureta, Ayala, Quique y Panadero Díaz, el Atlético sufrió una dolorosa lección de fútbol por parte del Bayern. Sin apenas crear peligro, y con constantes errores garrafales de su zaga, el equipo rojiblanco acabó perdiendo 4-0 con una imagen más que pobre. Los tantos, que corrieron a cargo de Hoeness y Muller, pueden verse en youtube en los enlaces que os dejo al final de esta entrada. Os invito a verlos y comprobar la pésima actuación de la defensa del Atlético en el día que el club estuvo más cerca del cetro continental.

El 27 de mayo de 1981 el Real Madrid tuvo la oportunidad de adelantar la consecución de la séptima Copa de Europa de fútbol. Habían pasado ya 15 años desde el último título conquistado por los míticos ye-yés en 1966 ante el Partizán del Belgrado, y el prestigio europeo del Madrid ya no era el de aquél conjunto infalible de un par de décadas atrás. Sin embargo, aquél año el Madrid de Vicente del Bosque, Camacho, Juanito, Santillana y compañía se había colado en la final de la máxima competición continental, en la que debía enfrentarse al Liverpool en el Parque de los Príncipes de París. Un Liverpool que había ganado dos copas consecutivas en el 77 y el 78, siendo uno de los conjuntos más temidos de la competición.

Y, confirmando el buen momento de los de Anfield, el Real Madrid cayó derrotado por un gol a cero, obra de Allan Kennedy, después de que García Cortés diera una patada al aire al querer despejar un balón en el área pequeña. Aquella noche de mayo del 81 quedaría escrita como una de las más agrias en la historia del madridismo, pero aún habría tiempo para más disgustos. Y es que el Real Madrid perdió el título de Liga de ese mismo año en el último suspiro del campeonato. En la última jornada el líder, la Real Sociedad, dependía de sí mismo para revalidar su título de campeón de la campaña anterior. Pese a todo, los blanquiazules fueron perdiendo por 2-1 ante el Sporting de Gijón en el último encuentro de la temporada hasta el minuto 89, un resultado que colocaba al Real Madrid era virtual campeón de Liga. No obstante, cuando apenas quedaban unos segundos para el pitido final, Zamora empataba el encuentro en Anoeta con un gol desde la frontal del área que arrebataba el título a los blancos. El Real Madrid acabó subcampeón con el mismo número de puntos que los donostiarras pero con un gol average particular desfavorable.

El 3 de diciembre de 1989 el primer jugador español de la historia en llegar a la NBA, Fernando Martín, moría a los 27 años de edad a consecuencia de un aparatoso accidente de tráfico. Había pasado un año ya desde su accidentada aventura americana en los Portland Trail Blazers, con los que disputó una temporada marcada por las contínuas lesiones de rodilla y una fractura de nariz. Pese a no ser brillante, su andadura por la NBA supuso la segunda oportunidad que se daba a un jugador europeo de participar en la liga americana, mucho menos abierta al exterior que hoy en día. Tras su estancia en Oregón, el Madrid le ofertó 100 millones de pesetas anuales por volver (una cifra record para el baloncesto de la época).

Aquella tarde de 1989 Martín se encontraba lesionado, por lo que no podría disputar el encuentro que su equipo debía jugar en el Palacio de los Deportes contra el Cai Zaragoza. Sin embargo, el madrileño quiso acompañar a los suyos desde el banquillo, por lo que se decidió a acudir al pabellón en su coche, un Lancia Thema Ferrari. En una curva de incorporación a la M-30 desde la carretera de Barcelona, el flamante coche de Martín se puso a dos ruedas y comenzó a dar vueltas de campana. El madrileño cometió la temeridad de entrar a 180 kilómetros por hora en una curva especialmente cerrada, lo que provocó que su coche saltara por encima de la mediana desde el carril izquierdo del sentido norte al carril derecho del sentido sur. Milagrosamente su automóvil no chocó con ningún otro durante las vueltas de campana, pero acabo cayendo prácticamente encima del coche de Ricardo Delgado Cascales, un madrileño de 27 años que quedó postrado en una silla de ruedas.

Cuando la noticia del fallecimiento de Martín llegó al Palacio de los Deportes, los jugadores y el cuerpo técnico del Cai y del Madrid decidieron suspender el partido. El mundo del baloncesto español, bastante más mediático que hoy en día, quedó fuertemente conmocionado. Dicen incluso que Audie Norris, ala pívot del Barcelona y máximo rival en el parqué de Martín, con el que protagonizó algunos duelos espectaculares, lloró como un niño cuando conoció la noticia. Lo que estaba llamado a ser el regreso triunfal de Martín desde Estados Unidos, con una larga carrera por delante, acabó durando tan sólo un año y medio. Un espacio en el que sólo dio tiempo para la consecución de una Recopa de Europa la temporada anterior, en la que Drazen Petrovic era la máxima estrella del equipo. Cosas de la vida, Petrovic correría la misma suerte que Martín apenas un año y medio después, cuando él también había dado su salto al otro lado del Atlántico.

En la próxima entrega repasaremos otros días negros desde principios a finales de los años 90. Podéis ver los vídeos de la final del Atlético en http://www.youtube.com/watch?v=_Vwjqteaj4U (primer partido) y http://www.youtube.com/watch?v=tby16U8tRas y http://www.youtube.com/watch?v=xKSq8e-58O4 (partido de desempate).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que gran pérdida para el basket!! Era un personaje extraordinario tanto dentro como fuera de la cancha. Desde aquí mi más sincero reconocimiento.
Cecilia